En el año 2007  un grupo de astrónomos observaron lo que fue el inicio de un ciclo solar, es decir, el inicio de una intensa actividad solar cuyo máximo se alcanzaría  según investigaciones posteriores, en el 2012 y 2013. Gracias a ello, películas como 2012 se basaron en la actividad solar para poner fin a la humanidad. Y efectivamente es el año 2012 cuando según el calendario maya, el mundo va a terminar.

No sabemos si los mayas eran capaces de observar el Sol y predecir su actividad. Pero casualmente es en 2012 su último año del calendario y cuando el ciclo solar llegará a su clímax. De ser ciertas las predicciones de los astrofísicos, el máximo solar podría provocar fuertes vientos solares que se resentirían en la Tierra como serias tormentas electromagnéticas  causando un daño devastador a los instrumentos electrónicos, lo que incluye, autos  y toda clase de computadoras además de dejarnos sin electricidad por muchísimo tiempo, varios meses o quizás años,  y dado que dependemos 100% de la tecnología, esto podría llevarnos a volver a vivir como en el siglo XIX y nos tomaría unos 20 años volver a recuperarnos.

Eso es lo malo, lo único bonito es que las partículas electromagnéticas del Sol bañarían por completo la Tierra causando que las auroras sean visibles hasta en el ecuador, dándonos un espectáculo que solamente quienes viven en regiones cercanas a los círculos polares pueden apreciar.

¿A qué viene todo esto? A que recientemente las observaciones de astrónomos y astrofísicos del National Solar Observatory indican que el Sol de nuevo ha empezado a disminuir en actividad. Los expertos han llegado a esta conclusión tras estudiar la estrella y detectar un descenso de las manchas solares de la superficie y una menor actividad cerca de los polos lo que, según han señalado, determina «una hibernación del Sol» para el próximo ciclo solar, es decir, en los próximos 11 años.

Según los expertos, el principal síntoma de esta desaceleración de la actividad solar se ha detectado en la falta de carga magnética en sus polos. Esto significa que si los polos continúan sin poder cargarse, el Sol «irá perdiendo cada vez más fuerza durante el ciclo pudiendo, incluso, llegar a frenar su actividad casi completamente».

Y ¿esto en qué nos afecta? Los expertos comparan la situación actual con la vivida durante el periodo 1645-1715 en el que actividad solar era sumamente baja, e incluso las manchas solares desaparecieron de la superficie solar durante años. Los expertos denominaron esa etapa como el Mínimo de Maunder, que en la Tierra se vio reflejada con frías temperaturas.

Fueron 70 años de una mini era de hielo. Obviamente no fue una era de glaciares tropicales, sino simplemente de inviernos muy helados. Y aunque parezca loco, vaya que me encantaría algo así. Sé que si sucediera esto muchos llorarían porque odian el frío, pero eso les pasa por vivir en lugares helados. Esto además, ayudaría a sentir menos los efectos del calentamiento global. Yo que vivo en el infierno de Mercurio adoraría vivir el resto de mi vida con veranos frescos aunque eso me cueste vivir inviernos un poco más fríos de lo acostumbrado.